COVID-19, nuevo paradigma económico.

Para todos ha sido evidente la crisis sanitaria en la que todavía nos encontramos así como sus consecuencias en la economía y su hibernación en favor de evitar la propagación del virus. Hablando en términos económicos podemos definir el COVID-19 como un cisne negro, aquella situación imprevista sobre la economía mundial y con grandes efectos tanto en la economía como en la propia sociedad.

En cuanto a la influencia sobre el mercado, comenzaremos a vivir un periodo donde habrán más preguntas que respuestas y por tanto el único valor seguro será la incertidumbre. De las principales consecuencias sobre el mercado que se pueden extraer podemos vislumbrar lo siguiente:

  • Las clases medias se verán afectadas perdiendo poder adquisitivo.
  • La presencia online de las marcas cobrará una importancia mucho mayor instaurándose la omnicanalidad como un principio básico en la estructura de la empresa.
  • Nuevos hábitos de consumo y cambios en el estilo de vida a causa de la 'nueva normalidad'.

Para adaptarse a este nuevo mercado basado en el dinamismo, reformulación y agilidad, las empresas deberán tener en cuenta los siguientes apartados:

  • Inspirarse en la solidaridad y actuar mediante la propuesta de valor como aliviadores de la crisis aumentando la seguridad de los consumidores.
  • Transmitir un mensaje tranquilizador, de apoyo y cooperación.
  • Ofrecer a los consumidores una propuesta de valor que les ayude a acercarse a su vida anterior con las necesidades básicas dadas por supuesta antes del COVID-19.
  • Transparencia, humanidad, impacto social y confianza como pilares.
  • Incorporación de información sobre la pandemia de forma personalizada por la marca empresarial, contrastada y fácil para generar un lazo más estrecho con los consumidores.
  • Iteración hacia un negocio más digital, apoyado en nuevas tecnologías y metodologías que permiten una importante reducción de costes y una mayor escalabilidad.

En el siguiente artículo, estudiaremos los cambios en la demanda que ha provocado el COVID-19 así como la nueva visión estratégica que ha de ser tomada para lograr una flexibilidad y adaptabilidad mucho mayor a una situación tan dinámica.


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